martes, 26 de abril de 2016

Eugenio Ampudia:
«Confío, sin ninguna duda, en que venceremos»



Hablar con Eugenio Ampudia (Melgar, Valladolid, 1958), de sus piezas y de su investigación artística, supone meterse de lleno en un encendido debate de política y de revisión crítica de la actualidad. Quizá sea porque Ampudia es uno de esos artistas que se moja, que se implica y lo hace tanto plástica como personalmente, porque sus piezas no son más que una lógica extensión de los problemas que le preocupan y de los que quiere dar cuenta.
 
 
 
Utiliza el arte como escenario desde donde lanzar sus mensajes combativos y revisiones al sistema, con una mirada afilada pero con una imagen final que rebosa optimismo. Los artistas podemos ganar batallas que muchos han dado por perdidas, afirma. Sus palabras suenan seguras y firmes, se toma su tiempo para contestar a nuestras preguntas pero es maravilloso comprobar la coherencia que queda implícita en todo su discurso.
 

EXTRACTOS DE UNA ENTREVISTA





¿Te consideras un agitador?
Yo creo que estoy aquí por eso. Siento que si no tuviera cosas que contar y que me importara contarlas, me dedicaría a otras cosas. Si no tuviera la carga de emoción que supone trabajar en esto con ciertas perspectivas que son los individuos y las cabezas de estas personas, no trabajaría en esto. Hay oficios mucho menos complicados. Nunca me ha interesado el arte como adorno, lo que de verdad me importa son los contenidos.
 
Has quemado bibliotecas, hemos visto edificios en llamas, libros custodiados por un perro para no ser quemados… Hay libros con contenido incendiario, ¿los quemamos para empezar de cero tal como decía Marinetti o los salvamos de la quema ideológica?
Los libros incendiarios… [se queda pensativo] Hace poco me compré un libro que tenía que ver con la Internacional Situacionista de la rama inglesa que se titulaba Bello como una cárcel en llamas. Lo compré solo por el título. Es cierto que los libros incendiarios son más abrazables, son más cercanos a mí, pero no estoy dispuesto a ser conservador ni siquiera con los libros incendiarios. Cualquier libro que permanece demasiado tiempo en una biblioteca habla de un dueño de biblioteca conservador, yo creo que la biblioteca tiene que ser un espacio relacional, un lugar donde pasan cosas, y si no pasan no sirve para nada, cualquier cosa que permanece quieta nunca es verdad, pues lo que es verdad cambia continuamente. Yo no me dedicaría nunca a hacer cápsulas del tiempo.
 
Y hablando de quema ideológica, ¿cómo sientes que está la cultura hoy en día?
Está arrasada [lo dice pronunciando fuertemente cada sílaba], esa es la palabra. Hay mucha gente exhausta, con muchas ganas de hacer cosas, planteándose nuevas ideas, nuevos formatos y nuevas posibilidades para sacar adelante esta comunicación que se tiene que producir. Y, sobre todo, lo que más me asusta es que una sociedad que no tiene la opción de ser revisada por sus intelectuales, por la gente que tiene otros puntos de vista, se está perdiendo muchas cosas, se está alienando y se está alineando, metiéndose en un callejón sin salida. Al final yo no abogo porque solo la cultura se salve, sino hablo de la sociedad, que sin una cultura en condiciones, sencillamente se va al carajo. La cultura no debe ser el trapo sucio que se pueda manejar tal y como se está haciendo ahora. Hay muchas decisiones que se están tomando precisamente para eso, para arrinconar la cultura y despojarle de todo su poder.

http://input.es/output/ampudia/


No conocía ni conozco de nada a este artista. Lo que he podido ir leyendo me parece interesante, o como poco, poder darle una oportunidad de conocerle. No comprendo mucho su arte, pero creo que es una denuncia a través de el.

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